Guardar las fotografías, imágenes, etc. que te llamen la atención te ayudará mucho a mejorar tus fotografías.
Ya te he comentado varias veces que es muy interesante ver la obra de otros fotógrafos para ir aprendiendo fotografía. Y también de pintores, ya que la fotografía tiene mucho que ver con la pintura. La fotografía se nutrió, al principio fundamentalmente, de la pintura. De hecho la palabra “fotografía” significa “pintar con luz”.
¿A quién no le gustaría hacer retratos como los que hacía Rembrandt o fotografiar paisajes como lo hacía el pintor Holandés Jacob Van Ruisdael?
Pues te propongo una tarea que debes hacer si realmente quieres aprender fotografía. Esa tarea no es otra que crear tu propia fototeca y pinacoteca, con las imágenes que veas por ahí y que llamen tu atención.
Una Fototeca es un archivo donde se guardan fotografías, es una colección de fotografías. Una Pinacoteca es lo mismo pero aplicado a la pintura. La fotografía tiene mucho que ver con la pintura.
Puedes crear en tu ordenador una carpeta llamada “Imágenes” y dentro de ella puedes crear dos subcarpetas, una llamada “Fototeca” y otra “Pinacoteca”. Hay debes guardar todas esas imágenes que te llaman la atención, que te atraen por alguna razón.
Da igual el tipo de imágenes que sean, de fotógrafos o pintores reconocidos, de tus fotografías familiares, de tus vacaciones, publicidad que ves en una revista, lo que sea.
Lo importante es que vayamos creando ese archivo personal de imágenes que nos ayudará a ir dando forma a nuestra memoria visual.
La historia de la fotografía ha dejado una colección de imágenes cada vez más pensadas, menos casuales, seguramente más inteligentes.
Archivar las imágenes que nos impactan ya supone un esfuerzo mental, supone pensar, detenernos en una imagen y eso hará que sin coger la cámara estemos ampliando nuestra visión.
Ahora, que se aproxima el frío y los días duran poco, es el momento ideal para que en casa podamos sacar tiempo y dedicarlo a esta tarea [guiño]
Un catálogo vivo
Este archivo de imágenes tiene que irse actualizando.
Debemos preocuparnos de ir añadiendo poco a poco, las imágenes que nos atraen.
Y también es importante revisar nuestro catálogo para desechar las que han dejado de gustarnos. No pasa nada por cambiar de gustos, eso indica que vamos madurando visualmente, que nuestra visión va cambiando.
Recuerda, crea el hábito de guardar, pero también de revisar. Si sólo guardas ¿para qué quieres ese archivo?
Fuentes
Sin duda alguna Internet es la mayor fototeca y pinacoteca del mundo. A unos cuantos clics de distancia puedes acceder a una ingente cantidad de imágenes de innumerables autores. Y sin moverte de casa 😉 .
Puedes utilizar buscadores como Google o cualquier otro para acercarte a la obra de cualquier fotógrafo o pintor, tanto clásico como actual.
También tienes todas las plataformas de fotografía o que tienen que ver con lo visual. Hay numerosas, quizás las más conocidas son Flickr, 500px, 1x, Instagram, Pinterest, etc.
En estas plataformas encontrarás muchísimas imágenes que te gusten. Serán una fuente casi “infinita” de inspiración.
Descargando imágenes
Desde algunas de estas plataformas es difícil descargar las imágenes, ya que no disponen de esa opción, pero siempre puedes capturar la pantalla, recortando la imagen en tu monitor y guardar el archivo. En las últimas versiones de Windows hay una herramienta llamada «Recortes» y en Mac hay ciertas combinaciones de teclas (P. ej. Comando-Mayúsculas-4).
Como estas imágenes son para uso privado no estarás violando ningún derecho de uso 😉 .
Consejo: al guardar una imagen digital, intenta poner el nombre del autor y la fuente, para poder saber su procedencia y así poder buscar más obra de ese autor, saber de donde procede, etc.
Medios impresos
Las revistas, publicidad impresa, etc. también te pueden servir para ir nutriendo tu archivo de imágenes. Si te es posible recorta esas imágenes y guárdalas en una carpeta física.
Si no te es posible recortar las imágenes, como en el caso de un libro, o no te gusta almacenar cosas físicas, siempre puedes escanearlas y pasarlas a tu ordenador. Incluso si no dispones de escáner, puedes hacer una fotografía con tu cámara o tu móvil a esas imágenes ¡y listo!
No sólo guardes: sácale provecho
En mi caso, como ya te he comentado, prefiero tener todo mi archivo digitalizado, no suelo guardar recortes, pero ya es una cuestión personal. Pero es muy útil en ocasiones disponer de las imágenes impresas para poder manipularlas mejor.
Incluso es recomendable tener un tablero donde colguemos las fotografías, fotografías de cuadros, postales, etc. Tener a un golpe de vista esas imágenes te ayudará a que tengan un mayor impacto que si sólo están en nuestro ordenador.
Si no tienes sitio para colgar un tablero, también puedes imprimir las imágenes que más te gusten de tu fototeca-pinacoteca y extenderlas sobre una mesa cada cierto tiempo. Tendrá un efecto similar.
Tanto si utilizas un tablero o una mesa, puedes intentar ver relaciones entre las imágenes, puedes moverlas y colocarlas por grupos según te transmitan a ti. Con un poco de práctica, no te será complicado sacar ciertos patrones, ciertos temas que te gustan de forma recurrente.
Esas relaciones, esos patrones pueden orientarte visualmente y ser una fuente de inspiración para tus fotografías. Además, cuando salgas a fotografiar ya tendrás más claro las cosas que te gustan.
No sólo de imágenes vive el hombre
Para ir nutriendo nuestra inspiración, no sólo tenemos porqué fijarnos en la fotografía y la pintura.
Los medios escritos, desde la poesía, la literatura a la publicidad, nos brindan textos que pueden llamar nuestra atención, que nos tocan emocionalmente.
Es aconsejable guardar esas citas, eslóganes, textos, etc. que nos interesen en una carpeta llamada “Textos”. Así no caerán en el olvido y seguirán ahí, pudiendo ser una fuente de inspiración.
Incluso reseñas de películas, frases de sus diálogos, etc. pueden impactarnos y es bueno guardarlos.
¿Y por qué no? La música también es una fuente inagotable de inspiración. Guarda en una carpeta llamada “Música” esa que te inspira, que te dice algo.
Luego puedes escucharla en esas ocasiones que revisas tu catálogo de imágenes, te servirá de estímulo, seguro.
A por ello
Hoy día con los medios digitales mantener este archivo de imágenes, textos, música, etc. es bastante sencillo. Sólo debes crear el hábito de guardar eso que te impacta, que te toca de alguna forma. Y de revisar de vez en cuando ese catálogo.
Yo utilizo Dropbox (pero hoy día hay muchos otros) y llevo siempre ese archivo conmigo, así puedes revisar tu catálogo esperando al metro, dando un paseo, de camino al trabajo, etc.
¿Qué te parece esta propuesta? ¿Estás usando ya esta práctica? ¿Le has sacado partido? Déjame tu comentario y si te ha gustado el artículo, te agradecería mucho que lo compartas.