¿Sabes qué es la composición dinámica y cómo sacarle partido en tus fotografías?

Cuando aprietas el botón de disparo de tu cámara tomas una serie de decisiones que afectan mucho a lo que expresan tus imágenes.

¿Quieres dar fuerza y dinamismo a tus imágenes? Pues la composición dinámica puede ayudarte 😉

A través de la composición fotográfica, hoy quiero hablarte de dos de estas fuerza expresivas opuestas, equilibrio y tensión.

Controlar el mensaje que trasladas a los demás en tus fotografías es mucho más importante que cualquier otra cuestión técnica.

¿Quieres mejorar tus fotografías? Seguro que sí, pues debes tomar el control de tus fotografías 😉

Fotografiar es un acto de creación, y como tal, implica tener que decidir muchas cuestiones que están en tu mano.

Recuerda:

[bctt tweet=»Las buenas fotografías, implican pensar y decidir, antes de capturar ;)» username=»theimagen»]

En este artículo quiero que veas algunas cuestiones importantes para que puedas transmitir armonía y equilibrio, o todo lo contrario, contraste y tensión.

¿Vamos? 😉

La importancia de la composición

Uno de los temas vitales para tomar el control de tus imágenes, de lo que transmiten, es la composición.

En resumen, cómo organizas en la misma los elementos que aparecen en tu encuadre.

Está claro que los elementos generalmente no los puedes mover, pero tu si puedes moverte por la escena y cambiar el encuadre.

De esa forma conseguirás que esos elementos aparezcan en un lugar u otro de la imagen capturada.

¿Qué importancia tiene esa colocación?

Pues mucha, no sólo importa lo que aparece en tu imagen, qué sujetos muestras, si no cómo aparecen en la misma, su tamaño, su posición, nitidez, tono, etc..

No hay buenas o malas composiciones “per se”, si no que éstas serán mejores o peores según lo que busques.

Una buena composición apoya el mensaje que buscas transmitir, mientras que una mala composición le resta claridad, dificulta su interpretación.

Por ese motivo, el primer paso es saber qué quieres transmitir y en base a ello, tomar las decisiones oportunas para intentar transmitir eso que quieres.

Y ahí, la composición es un elemento clave.

Según si buscas transmitir movimiento, energía, fuerza a tus imágenes o todo lo contrario, puedes usar una composición dinámica o estática, como vamos a ver a continuación 😉

Composición dinámica vs estática

A través de la composición dinámica se busca un cierto impacto y fuerza en la imagen, que la fotografía no sea algo totalmente estático, en calma.

Y opuesto a ello, con una composición estática se busca equilibrio, un cierto orden, que los elementos transmitan más tranquilidad y calma.

Lo dinámico y lo estático tienen que ver con dos fuerzas expresivas en fotografía: la armonía y el contraste.

La armonía es estable y equilibrada, mientras que el contraste es dinámico e inestable.

Así lo estático proviene de una armonía, que a su vez se relaciona con conceptos como:

• Simetría
• Equilibrio
• Predictibilidad
• Centramiento
• Permanencia

Y lo dinámico proviene de una tensión, de un contraste, que a su vez se relaciona con conceptos como:

• Asimetría
• Inestabilidad
• Impredecible
• Extremos
• Alteración

Las imágenes que utilizan una composición estática, haciendo uso de conceptos visuales como la simétrica o el equilibrio, las percibimos como naturales y bonitas, nos resultan agradables.

Eso sí, las imágenes estáticas son más predecibles y si se abusa de ellas, quizás puedan llegar a aburrir al espectador.

En el otro extremo, las imágenes que utilizan una composición dinámica, a través de conceptos como la asimetría o la inestabilidad, tienen más energía, más fuerza y emoción.

[Con la composición dinámica, se trata de dar fuerza a la imagen, dotarle de cierto movimiento y emoción]

¿Cuál de las dos es mejor entonces?

¿Existe la fórmula mágica que va a hacer mejorar tus fotografías? ¿será la famosa regla de los tercios?

Redoble de tambores… ¡NINGUNA ES MEJOR, TODO DEPENDE DE LO QUE BUSQUES TRANSMITIR!

¡Pues vaya decepción! ¿Verdad? Jajaja ¿Esperabas el “café para todos”, la fórmula mágica?

Recuerda:

[bctt tweet=»Lo que indicará qué recursos compositivos debes usar en tus fotografías vendrá determinado por lo que buscas en tus imágenes.» username=»theimagen»]

La pregunta por tanto es: ¿Qué buscas en tus fotografías?

Tener clara la respuesta dictará el resto de decisiones que tienes por delante 🙂

Cuanto menos improvisación haya en tus fotografías tanto mejor 😉

Sí, lo siento, antes de disparar tendrás que pensar. La fotografía no es sólo apretar un botoncito, es un reto mental.

Y aunque no lo creas ¡qué maravilla que así sea! 🙂

Con el tiempo, conforme ganes agudeza visual y conozcas mejor cómo funciona el lenguaje visual, tendrás que pensar menos, o mejor dicho automatizarás mucho esos pensamientos y los realizarás sin planteártelo, de forma instintiva.

Peso visual

Antes de hablarte de cómo transmitir equilibrio o tensión, quiero hablarte de un concepto muy importante que debes conocer 😉

Ya sabes que la fotografía utiliza un lenguaje propio, el lenguaje visual.

Cuándo hablamos del peso visual de un elemento, nos referimos a la medida en que ese elemento atrae nuestra mirada, nuestra atención, en una fotografía.

A mayor atención o atracción, mayor peso visual, y a la inversa, a menor atracción, menor peso visual.

El peso visual guarda relación con varias cuestiones, no sólo con el tamaño relativo del elemento en el encuadre.

Por ejemplo, un pequeño punto rojo, en una superficie blanca, tiene un elevado peso visual, porque pronto atrae nuestra atención.

Aquí puedes ver un ejemplo:

Un elemento que rompe el ritmo visual creado en una imagen atrae toda nuestra atención y tiene un gran peso visual. Como este otro ejemplo:

Los factores que afectan al peso visual de los elementos en nuestras imágenes al menos son:

• Tamaño relativo. Independientemente del tamaño del elemento, qué tamaño tiene en el encuadre.
• Forma percibida. Que puede coincidir o no con la forma real del elemento, ya que puede variar desde nuestro punto de vista.
• Tono. Los tonos más claros atraen la atención antes que los oscuros.
• Color. Unos colores nos llaman más la atención que otros.
• Contraste con el resto de la escena. No sólo contraste de tono o de color, romper un ritmo también es contrastar 😉
• Textura. Es una forma de distinguir a un elemento.
• Posición en el encuadre. En el centro recibe mucho peso visual, pero si se lleva más hacia los bordes se crea más tensión.
• Proximidad. Distancia a la que percibimos el elemento.
• Nitidez. Según la profundidad de campo utilizada.

El reparto de los pesos visuales dentro de tu encuadre y cómo se muestran, será una de las variables importantes para mostrar equilibrio o tensión.

Las líneas y el horizonte

Como sabes las líneas conducen la mirada.

Son un elemento compositivo muy importante, fundamentales para transmitir más o menos movimiento.

De esta forma, las líneas son otro recurso para transmitir equilibrio o tensión.

Las líneas horizontales son las más estables, las asociamos a nuestra forma de ver el mundo y a la naturaleza. Los encuadres horizontales enfatizan su efecto.

Las líneas verticales son más inestables, pero transmiten fuerza y crecimiento. Un encuadre vertical las potencia.

Por su parte las líneas diagonales son las que aportan mayor dinamismo y movimiento a una imagen.

Y las líneas curvas para nosotros son naturales, sensuales y también ayudan a mostrar movimiento.

Así, las líneas diagonales y curvas son las que más movimiento sugieren, las más dinámicas.

Horizontes caídos… ¡Noooo! ¿O sí?

Si el horizonte aparece en tu encuadre, seguro que has oído alguna vez:

• ¡Ese horizonte está caído!

A lo que yo te animo a responder:

• Sí, ¿y qué?

Parece que es un delito o un fallo que el horizonte aparezca caído (inclinado) en una imagen.

Efectivamente los horizontes en el mundo real no están inclinados, pero ¿y si quieres transmitir inestabilidad, movimiento, acción, … ?

Por supuesto que puedes mostrar un horizonte caído, buscando transmitir esas sensaciones 😉

Más adelante, al final del artículo, puedes ver una imagen del fotógrafo Martir Parr, con el horizonte caído, usando una composición más dinámica, para mostrar esa extrañeza, junto al tipo de luz que utiliza 😉

Aunque, naturalmente, un horizonte caído si que puede ser interpretado como un fallo si lo que buscas es mostrar calma, equilibrio, etc. 😉

Volvemos a lo mismo de siempre: ¿Qué buscas transmitir?

Hay está la clave del acierto u error 😉

Composiciones estáticas: equilibrio

Ya te he comentado que tanto el reparto de pesos visuales en la imagen, así como las líneas, ayudan a crear equilibrio o tensión.

A través de composiciones estáticas se busca un equilibrio en la foto. Pero ese equilibrio puede conseguirse de varias formas.

Equilibrio estático

Este equilibrio se basa principalmente en el centramiento y la simetría.

Por ejemplo, en muchos retratos se busca una composición estática, colocando en el centro al sujeto principal.

La simetría en una imagen, aunque aparezcan varios elementos, también es una muestra de equilibrio estático:

Equilibrio dinámico o asimétrico

En este caso no hay simetría o centramiento, si no que hay elementos con distinto peso visual.

A través de esta composición, se busca el equilibrio intentando que los distintos pesos visuales en la imagen tengan cierta armonía, estén equilibrados.

Si en la imagen hay un peso no equilibrado, hablaríamos de una composición dinámica, donde se busca ese desequilibrio y contraste.

Sirva este imagen como ejemplo de un peso visual no equilibrado:

Sin embargo, esta otra imagen representa un ejemplo perfecto de equilibrio dinámico, donde hay varios pesos visuales en la imagen, pero están bien repartidos:

Otro ejemplo de pesos visuales equilibrados:

En esta otra imagen el equilibrio dinámico se ha conseguido insertando varios elementos con distinto peso visual, pero repartidos por el encuadre, creando un cierto orden:

Composiciones dinámicas: tensión

Una composición dinámica no tiene que ver directamente con el movimiento de un sujeto en una fotografía.

Un movimiento en la imagen, ya sea un congelado o mostrado (con una estela, etc.), está claro que denota un movimiento.

Pero ese sujeto en movimiento puede tener una composición estática, como esta fotografía de ejemplo:

Una composición dinámica lo que trata es de añadir cierto desequilibrio y tensión en la imagen, lo que puede implicar sugerir más inestabilidad o movimiento, pero no necesariamente.

Volviendo a la imagen de los ciclistas, si la composición hubiese sido diferente, desplazando al sujeto principal a un lado, se consigue un desequilibrio visual y la imagen gana en dinamismo:

Como ya te he comentado, puedes basarte en la distribución de pesos y en las líneas para mostrar para mostrar desequilibrio, tensión, dinamismo.

Aquí se le ha dado una vuelta de tuerca más a la imagen de los ciclistas y se ha girado el encuadre para que las líneas verticales se conviertan en diagonales, creando todavía más tensión y dinamismo:

Vamos a ver algunas formas de crear composiciones dinámicas y aplicarlas en tus fotografías.

Girar la cámara

En lugar de buscar la nivelación de la cámara, si haces todo lo contrario y giras la cámara en la captura, estarás añadiendo dinamismo a tus imágenes.

Eso no significa que sean mejores, como ya hemos visto todo depende de lo que busques.

Por ejemplo, esta técnica se usa mucho en fotografía de conciertos, para mostrar esa tensión, esa acción que implica un concierto, sobre todo si es marchoso 😉

Ya sabes, puedes intentar girar tu cámara cuándo quieras una imagen más abstracta y dinámica.

Prueba distintos ángulos de giro, ya que producen distintos grados de tensión, lo que afecta y mucho a la imagen final.

En la fotografía de calle también se suele usar estos giros a veces fruto de la rapidez, pero que ayudan a dar esa sensación de ajetreo, creando imágenes dinámicas.

Incluye elementos inesperados

Es otra forma de generar dinamismo, por ejemplo, contar elementos o insertarlos en los bordes.

Eso genera cierta tensión e incomprensión de la escena al no ver por completo esos sujetos.

Un poco más abajo, encontrarás una fotografía en la playa del fotógrafo Martin Parr de este tipo, con un elemento en el primer plano que irrumpe en la escena y causa tensión 😉

Ejemplos de grandes maestros

Te dejo aquí algunas fotografías de grandes maestros de la fotografía y te comento un poco sobre ellos.

Sin duda, uno de los grandes maestros de la composiciones dinámicas fue el escultor, pintor, diseñador gráfico y fotógrafo ruso, Alexander Rodchenko.

Este gran fotógrafo hizo un uso llamativo de los puntos de vista, las perspectivas, las líneas, etc. Fíjate en este ejemplo girando la cámara para acentuar las líneas diagonales:

Y aquí otro ejemplo del giro de la cámara y de composición dinámica:

Esta fotografía muy conocida del fotógrafo japonés Daido Moriyama, donde la composición dinámica ayuda a mostrar el ajetreo en lo que parece la huida de esta chica sobre unos escombros en un callejón:

En la fotografía de calle también se usa mucho la composición dinámica, como en esta fotografía del fotógrafo estadounidense, Garry Winogrand:

O esta obra del maestro Bruce Gilden:

El fotógrafo británico Martin Parr, suele buscar un cierto orden en sus fotografías, equilibrando pesos en la imagen, con un equilibrio dinámico, pero de una forma un tanto engañosa, porque ese presunto «orden» esconde una mirada que nos hace darnos cuenta de nuestras propias rarezas.

Fíjate en esta foco cómo los pesos visuales están bastante equilibrados, pero si analizamos la foto reparamos en la extrañeza de  situaciones que damos por «cotidianas»:

Y aquí tienes otro ejemplo, del mismo autor, insertando un elemento extraño en la foto, algo que refuerza con un flash directo y duro:

Conclusión

Todo vale en fotografía, no te cortes y prueba composiciones arriesgadas y diferentes 😉

Eso sí, debes saber a qué conduce cada tipo de composición y cómo afectan los distintos recursos que uses de cara a mostrar más o menos equilibrio, dinamismo, etc.

Mi consejo es que veas muchas fotos, pero que pruebes, que practiques, así asimilarás las distintas formas de expresarte 😉

A si que ya sabes, a pensar y ¡a fotografiar con intención!  🙂

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