Has apretado el botón de disparo de tu cámara y ya tienes tu flamante fotografía en la tarjeta de tu cámara. Ahora queda descargarla en una carpeta del ordenador y ¿listo? ¿puede que acumules carpetas de fotos casi olvidadas? Si es tu caso, sin duda, sigue leyendo 😉 . A la serie de acciones que realizamos desde que hacemos una fotografía, hasta que damos por concluido el proceso, es lo que vamos llamamos flujo de trabajo.
Sin duda, el ejemplo anterior es el flujo de trabajo más habitual. Y seas consciente o no, actualmente estás siguiendo tu propio flujo de trabajo, que es muy posible que se parezca al anterior. Es muy posible que no siempre sigas el mismo flujo de trabajo, que unas veces hagas una serie de acciones y otras veces otras. Normal, no te preocupes 😉 .
Si te funciona bien y estás contento con tu flujo de trabajo ya está, quizás no debas seguir leyendo este artículo (pero ya que estás, anímate quizás aprendas algo nuevo 😉 ). Pero es muy fácil que pienses cosas como: nunca imprimo nada, no me acuerdo dónde guardé las fotos de tal viaje, no publico nunca nada, parece que no hago fotos, etc. Si te pasa, no te preocupes, nos pasa a todos, es normal. Pero si es así, puedes y mejor aún, casi debes, hacer algo para que esto no ocurra.
Por todo esto es fundamental seguir un flujo de trabajo óptimo (adecuado). Fíjate que indico “un” flujo de trabajo, no “el” flujo de trabajo óptimo. Y lo hago porque realmente no existe un flujo de trabajo digamos “correcto” y único, que sea el bueno. Si no que realmente tienes que seguir el flujo de trabajo que sea más apropiado para ti, según tu forma de vivir la fotografía, de hacer tus fotografías, lo que persigues con la fotografía, tus circunstancias, etc.
Pero sea cual sea tu flujo de trabajo, incluirá varias etapas diferenciadas que podrían agruparse o resumirse en éstas, ordenadas cronológicamente:
- Ideación y visión
- Captura
- Revelado
- Impresión y difusión
¿Te animas a verlas para ver si hay algo que puedes mejorar?
Etapa 1: Ideación y visión
Realmente, y aunque no lo creas, tu flujo de trabajo puede incluir acciones que empiezan incluso antes de realizar una fotografía. De hecho, podría decirte que seguramente las estás haciendo de forma inconsciente.
¿A qué nos referimos con las acciones de “Ideación y visión”? Pues todas aquellas que puedes realizar antes de tomar una fotografía. Por ejemplo, para “preparar” y conseguir la fotografía que quieres realizar, “afinar” tu visión para plasmar de la mejor forma visual lo que quieres transmitir con tu fotografía, etc.
Ideación o ver una fotografía antes de disparar
Muchas veces podemos “imaginar” y ver una fotografía sin realizarla, sólo en nuestra cabeza. Por “ideación” nos referimos a ver en nuestro cerebro una fotografía antes de realizarla. En ese caso, sólo hay que buscar la mejor forma de plasmarla realmente en una fotografía. Tú también haces esto. Mira estas acciones para “preparar” nuestras fotografías antes de tomarlas, seguro que has realizado varias algunas veces:
- Buscar una localización (lugar) donde hacer un retrato al exterior o el mejor lugar para plasmar un paisaje.
- Preparar un fondo adecuado para un bodegón casero o los elementos que van a aparecer en el mismo.
- Pensar y ver qué fondo es el más adecuado en tu jardín para el retrato que quieres hacer a tus hijos.
- Averiguar qué hora es la más apropiada para que la luz del sol esté en el lugar que queremos tenerla en nuestra fotografía.
- Buscar el mejor vestuario para las personas que van a salir en nuestro retrato.
Estas son sólo algunas muestras de acciones que hacemos antes de tomar una fotografía para que se parezca todo lo posible a lo que buscamos, a la “idea” que tenemos sobre ella.
Visión o cómo ver y plasmar una fotografía
Lo que nos va a ayudar a tomar mejores fotografías, sin lugar a dudas, es mejorar nuestra visión. Ya te lo expliqué en mi artículo sobre el secreto más importante para aprender fotografía (enlace).
Saber cómo impacta todo lo que aparece en la fotografía sobre el mensaje visual de la misma es fundamental. Cuando comenzamos a controlar el impacto visual de los elementos comenzamos a crear mejorares fotografías.
Ese dominio visual supone recorrer un camino, no es algo que vayas a conseguir de la noche a la mañana, pero cuando antes comiences a recorrerlo, antes comenzarás a ver los avances.
Ese aprendizaje de la expresión visual hará que seas capaz de ver fotografías donde antes no las veías. Y también te servirá para poder de plasmar cierto orden visual en la escena que vas a plasmar en tu fotografía, y conseguir con ello fotografías que muestren mejor aquello que quieres conseguir con tu fotografía.
En palabras del genial fotógrafo y maestro Henri Cartier-Bresson:
Fotografiar es poner en el mismo punto de mira la cabeza, el ojo y el corazón. Henri Cartier-Bresson
¿Qué te va a ayudar a alinear tu cabeza, mirada y corazón? nos ayudará entrenar la visión a través de:
- Ver fotografías de otros fotógrafos, referencia obligada son los grandes fotógrafos clásicos. Como iremos viendo en este Blog.
- Leer libros de fotografía. Como los que te recomiendo en la sección de libros.
- Practicar y ver qué funciona mejor para expresarte visualmente. Para encontrar tu voz en la fotografía. Para esto es fundamental técnicas de las que ya hablaremos en este Blog, como analizar tu catálogo de fotos para ver puntos de conexión entre ellas.
Etapa 2: captura
Tras haber “preparado” (ideado) una fotografía o si acabamos de “ver” algo que nos llama la atención (visión), toca realizar la fotografía. Ahora toca tomar las decisiones técnicas que hacen que se plasme lo que hay delante de tu cámara en una fotografía.
Esta etapa es seguramente la que más agobia cuando uno comienza a aficionarse en la fotografía: cómo funciona mi cámara, cómo hacer para que salgan “bien” expuestas mis fotografías, cómo se hace para hacer que el fondo salga desenfocado o nítido, qué hay que hacer para realizar cierto tipo de fotos (paisaje, retrato, nocturnas, …), etc.
Si no dominas mínimamente la técnica está claro que te va a ser difícil tomar fotografías o por lo menos ciertas fotografías. Todas las cámaras tienen modos automáticos (Auto) que sólo hay que encuadrar y disparar, sin preocuparte por nada. No es que esta forma de tomar fotografías sea mala, de hecho, es posible que logres captar estupendas fotografías. Pero está claro que si sólo te limitas a usar esos modos estás perdiendo mucha capacidad de expresión a través de tu cámara. La cámara en modo Auto no sabe lo que quieres expresar con tus fotografías, sólo intentará que la cantidad de luz (exposición) sea la adecuada, según ella, nada más.
Pero el otro extremo, es verse abrumado por todas las cuestiones técnicas que pueden entrar en juego a la hora de realizar fotografías. Hazme caso, libérate de esta presión por las cuestiones técnicas y céntrate en mejorar tu visión.
Hay gente que cree que la fotografía se trata sobre todo del dominio de la técnica, pero no es cierto. La técnica es una herramienta, nada más. Si a mí me dejan las herramientas que usan karlos Arguiñano o Ferran Adrià, descuida, que no voy a cocinar como ellos 😉 . Ahora, si ellos entrasen en la cocina de mi casa, te puedo asegurar que harían cosas más ricas y creativas que yo. Ellos cocinan estupendamente por lo que saben, no por las herramientas que utilizan en su cocina.
Y siguiendo con el símil culinario, cuando quieran realizar recetas más complicadas, se informarán de lo que necesitan para poder realizar esas comidas. Pero ¿para qué van a necesitar todo el material del mundo si quizás sólo quieres hacer un huevo frito?
Pues igual con la fotografía, lo básico lo puedes conseguir prácticamente con cualquier cámara y la técnica básica es bastante sencilla, como ya te expliqué en mi guía para dominar tu cámara en menos de una hora.
Etapa 3: revelado
Ahora ya tienes tus fotografías digitales guardadas en la tarjeta de memoria de tu cámara ¿Qué hacemos con ellas?
Seguramente me dirás: guardarlas en tu ordenador. Correcto, deberás descargarlas de la tarjeta de tu cámara para almacenarlas y liberar el espacio que ocupan en la tarjeta. Pero si sólo se quedan ahí, cogiendo polvo [guiño], sacarás poco partido a tus fotografías ¿no?
Según el nombre de esta etapa, tocaría además “revelar” las fotografías. ¿De verdad? ¿Las fotografías digitales también hay que revelarlas, como se hacía en la fotografía analógica con los carretes? Obviamente el proceso no es el mismo tranquilo, no hacen falta cubetas ni líquidos raros.
Recuerda: Lo que capta tu cámara no es exactamente lo que ven tus ojos cuando haces la fotografía.
Las cámaras (todas) tienen sus limitaciones. Seguramente te ha ocurrido varias veces que después de ver una bonita escena, hacer una foto y ver el resultado has dicho: pues vaya asco. Esto es así por varios motivos que ya iremos desgranando en este Blog. Pero ya te adelanto que si quieres conseguir los mejores resultados, hay que revelar mediante programas (ya veremos cómo) nuestras fotografías. Y para poder revelar debes utilizar el formato RAW, que veremos en el próximo artículo del Blog.
De muestra, mira este ejemplo de un paisaje, y la mejora con un revelado básico (en menos de 1 minuto), juzga qué versión te gusta más 😉 :


Se llama revelar igual que en el proceso analógico, porque como nos sirve para “sacar” lo mejor de nuestro archivo, como servía (y sigue sirviendo) un buen revelado en el mundo analógico. Estoy seguro que el resultado, la mejora que verás en tus imágenes, te hará olvidar pronto el curro extra en el revelado [guiño].
En esta etapa puedes, y seguramente debes, hacer más cosas de las que haces. Vamos todas las acciones que podríamos incluir en esta etapa (por orden cronológico):
- Almacenar correctamente las fotografías en tu ordenador. ¡Que eso ya lo hago! ¡que ya sé descargar las fotografías en mi ordenador listo! Vale, vale, muy bien. Pero permíteme que sea un poco más quisquilloso: ¿cómo guardas las fotografías? ¿utilizas algún criterio o programa que te facilite después su búsqueda? ¿haces copias de seguridad de tus fotos? ¿Cuántas copias? Como ves la cosa se puede complicar, pero no te preocupes, poco a poco, ya veremos artículos específicos de este tema.
- Seleccionar las mejores imágenes. No todas las fotografías que hagas serán buenas o sí, en mi caso ya te digo que no es así. Por lo tanto, es fácil que tengas que elegir de todas las fotos que has realizado (de las decenas, cientos o …) aquellas que crees mejores o más representativas. A este proceso de selección también se le conoce como “edición” fotográfica.
- Revelar digitalmente las fotos seleccionadas. Para que lo que se ve en la fotografía se parezca lo más fielmente posible a lo que viste o deseas plasmar en la fotografía resultante.
- Procesado digital. Es posible también que desees modificar digitalmente tus imágenes, no ya para sacar lo mejor de tu imagen, si no para añadir elementos que no están, o quitar elementos que no quieres que estén, añadir colores, luces, etc. Con la fotografía digital todo es posible y la creatividad no tiene límites.
Lo que diferencia a la etapa de revelado y procesado que indico, es que se supone que en el revelado se ajusta la imagen obtenida digitalmente para mejorar globalmente la fotografía, sin alterar de forma notoria los elementos de la imagen. Sin embargo, en el procesado, no hay límite, todo vale y es lícito para conseguir la imagen que se busca. El procesado incluye lo que coloquialmente llamamos retoque o montaje fotográfico: juntar varias fotos en una, cambiar el aspecto de las personas (como el caso habitual de las modelos) o cosas, añadir o quitar elementos, etc.
La barrera que separa un proceso del otro es difusa, no está totalmente clara y hoy día, existe un acalorado debate suscitado entorno a este tema, alguno reciente como el de Steve McCurry. Personalmente, mientras se deje clara cómo se ha obtenido una fotografía, todo vale, pero en ciertos tipos de fotografía, como el fotoperiodismo, está claro que debe haber unos límites claros.
Etapa 4: impresión y difusión
Si una vez tomadas nuestras fotografías, e incluso reveladas, se quedan sólo en una carpeta del ordenador, no estarás sacando el partido que puedes a la fotografía.
Te animo a que imprimas tus fotografías, aquellas que más te gusten, que incluso cuando hagas tus fotografías pienses en cómo se van a ver en el salón de tu casa. Esto te ayudará a esforzarte porque tengan la apariencia que buscas.
Del mismo modo, compartir tus fotografías con otras personas es muy enriquecedor. Hoy día a través las numerosas redes sociales que existen, muchas especializadas en fotografía, es muy fácil mostrar tus creaciones y dialogar con otras personas en torno a tus y sus fotografías.
En esta etapa se podrían incluir por tanto acciones tales como:
- Guardar o exportar nuestras fotografías de forma adecuada para ser impresas o difundidas por Internet. Aquí iremos viendo qué opciones son importantes a la hora de conseguir los mejores resultados.
- Imprimir tus fotografías. Te insisto que debes imprimir al menos las fotografías que más te gusten. En este Blog revisaremos los materiales, acabados, etc. más utilizados y consejos para tener en cuenta a la hora de imprimir tus fotografías.
- Publicar nuestras fotografías en las plataformas que consideres más oportunas. Ya sean más específicas de fotografía como: Instagram, Flickr, 500px, 1x, etc.; o bien más generalistas, como Facebook o Twitter. En este Blog vamos a repasar las estrategias de difusión más adecuadas según lo que buscas con la fotografía.
Tu flujo de trabajo óptimo
Hemos visto todas las etapas que puede incluir tu flujo de trabajo a la hora de tomar fotografías, de una forma general. Puedes y debes adaptarlas y llevarlas a cabo de la forma que creas mejor. En este Blog te propondré algunos ejemplos, que deberás analizar críticamente y adaptar a tu forma de trabajo.
Si te tomas en serio la fotografía y al menos puedes conseguir establecer un flujo de trabajo adaptado a ti, pronto vas a ver los resultados y disfrutarás mucho más de la fotografía.
Me encantaría saber tu opinión sobre este artículo a través de los comentarios de esta página (justo más abajo). ¿Crees que hay alguna etapa que he olvidado? ¿Consideras que hay algún aspecto importante que no he recogido? ¡Espero tu comentario! Muchas gracias 🙂 .