¿Sabes usar el espacio negativo en tus fotografías?

En este artículo vamos a hablar de un aspecto importante en la composición fotográfica, aunque a veces es pasado por alto, el espacio negativo.

Muchas veces hablamos de dónde colocar al sujeto principal y resto de elementos de la escena: líneas, colores, etc. Pero también hay otro elemento importante que parece no estar presente pero lo está, es el espacio negativo.

Aunque no lo parezca, el espacio negativo tiene un importante impacto visual y si se usa adecuadamente, ayudará a reforzar el mensaje de la fotografía ¿Vamos a verlo? 🙂

¿Qué es el espacio negativo?

Hablamos de un espacio negativo porque hay un espacio positivo.

El espacio positivo son el elemento o elementos que hemos fotografiado. Es lo que se suele llamar como sujeto principal, que será el elemento más importante de la imagen.

El espacio negativo es el resto, esos espacios o huecos “vacíos” que quedan entre el sujeto principal, el espacio positivo y el borde de la imagen. Es un espacio sin información importante para la fotografía, ya que si lo tiene, si añade información, pasaría a ser espacio positivo.

Aunque se pueda definir como “vacío”, visualmente tiene presencia, no es un hueco en la foto sin nada 😉 . Puede ser un cielo, con sus colores y sus nubes, o incluso un espacio lleno de gente desenfocada. Lo importante es que en ese espacio no haya elementos que distraigan, sino que acompañen y subrayen la función del sujeto.

Pero aunque el espacio negativo no contenga «información relevante», también es un elemento de la composición que debes saber usar.

También hay otro elemento del que se suele hablar, del marco: es la parte que pone límite a nuestra fotografía, el final de esta o los bordes de esta.

El espacio negativo también se algo utilizado en el diseño gráfico y la pintura, como ese espacio en blanco, vacío de elementos intencionadamente, como un recurso importante en la composición y el resultado final de un trabajo.

Un ejemplo de un uso creativo del espacio negativo:

Ejercicio gráfico curioso ¿Cuántas líneas ves aquí?

¿Dos? ¿Seguro? ¿Y no hay una tercera línea blanca entre las líneas negras que es parte del espacio negativo? 😉

¿Qué cualidades debería tener el espacio negativo?

Para que tenga efecto y cumpla su función el espacio negativo debe:

• Evitar que el espectador se centre en él. Las personas que miren la imagen, no deben pararse a observar durante mucho rato el espacio negativo. Como te he comentado, debe carecer de detalles y pasar desapercibido.
• Si bien es cierto que debe pasar desapercibido, también debe tener presencia. Es decir, que aunque no atraiga la atención, sí que debe estar en tu fotografía. Ese espacio le da un énfasis especial a los elementos de la imagen.

Un espacio negativo bien utilizado puede transmitir muchas cosas, permite dialogar entre los ellos de una forma más clara, aportando significados y matices a la imagen.

Conseguir espacio negativo

Una forma de crear espacio negativo es mediante el desenfoque, se busca que el sujeto principal esté enfocado y el especio negativo desenfocado, para que el espectador no se centre en él.

Ese desenfoque se consigue utilizando profundidades de campo pequeñas. Si el fondo compite con el sujeto principal ya no estaríamos hablando de espacio negativo, si no que ese fondo o primer plano pasarían a formar parte del espacio positivo.

Otra forma es haciendo que por su forma, color, etc. las zonas que van a componer el espacio negativo no tengan detalle o tengan poco, comparados con el sujeto principal y contrasten lo suficientemente con el mismo.

Por ejemplo: un cielo muy claro tras el sujeto principal, más oscuro, un mantel de color uniforme, pongamos rojo, a unos limones amarillos en el centro, etc.

En el caso del mantel y el limón el contraste de color sirve para dar interés a la imagen 😉

Mira esta fotografía de un ave que utilizaremos de ejemplo en el artículo, alrededor tiene mucho espacio negativo:

Mira ahora si el fondo hubiese sido distinto, con información relevante visualmente:

El ave sigue siendo la misma, pero ahora el fondo no contrasta tanto con el sujeto principal y tiene mucha información, no está actuando como espacio negativo. El fondo ahora compite con el sujeto principal o espacio positivo.

Sin embargo, si desenfocamos el fondo, puede considerarse de nuevo como espacio negativo que aporta un contexto:

¡Mucho mejor! ¿Verdad? 😉

La importancia y uso del espacio negativo

Pero si pasa desapercibido ¿cómo puede hacerlo? Pues sencillo, porque el espacio negativo también tiene peso visual. Todo lo que aparece en una fotografía cuenta.

[bctt tweet=»El espacio negativo también tiene peso visual. Recuerda: todo lo que aparece en una fotografía cuenta» username=»theimagen»]

Esto significa que tienes que ser consciente de qué espacio ocupa en la imagen, dónde lo colocas, etc.

Es decir, de cómo lo usas en tu composición, etc.

Ya que en función del espacio que ocupe, apoyará un significado u otro.

Si colocas el espacio negativo por encima del sujeto principal, puede dar sensación de que ese sujeto es pesado y por eso está en la parte inferior de la imagen.

Vamos a usar el ejemplo de una fotografía con distintos recortes para ver el impacto del espacio negativo.

Mira el espacio negativo sobre el sujeto principal, hay espacio para que siga subiendo:

Y el tono del espacio negativo también tiene su importancia, ya que si es de tono claro también le deja espacio suficiente para elevarse, para volar, con lo que el sujeto recibe cierta «libertad». Sin embargo, un tono oscuro puede parecer que «aplasta» al sujeto principal de la imagen.

Por norma general, un espacio negativo de color claro nos llevará a la cabeza imágenes de ligereza y paz, mientras que un espacio de color oscuro, será más fácil que lo relacionemos con algo más pesado, angustioso, enigmático, etc. Piensa en imágenes de clave alta y en clave baja.

Aquí tienes un par de ejemplos de clave alta y baja:

 

Fíjate en el impacto del tono sobre la amplitud de la imagen, la clave alta se expande, la clave baja se contrae.

Si el espacio negativo se encuentra por debajo, el protagonista de nuestra foto puede parecer que «flota» y, por lo tanto, el espacio negativo nos regalará una sensación de ligereza.

Mira el ejemplo del ave, ahora parece que vuela más alto, con el espacio negativo debajo:

Parece que está más alta que antes, que no le cuesta «flotar» 😉

Si el espacio negativo está a los lados de tu sujeto principal se le deja “respirar” y libertad de movimiento horizontal a ese sujeto en ese lado.

Si es un sujeto que se mueve y hay más espacio delante de él, se está dejando espacio para que se mueva.

Aquí puedes ver el ejemplo con el ave:

Si por el contrario, hay menos espacio delante suyo, y se deja más espacio tras el sujeto en movimiento, parece que va a chocar con el borde y da una sensación algo más de agobio, es una toma menos natural.

Mira aquí el efecto:

Pero eso no significa que una sea buena y la otra mala ¿ok? Todo depende de qué desees transmitir.

Espacio negativo y sujeto principal

Si el sujeto principal lo rodeas de espacio negativo ganará en protagonismo, quedando más claro cuál es ese sujeto principal.

Un extremo de este concepto es la fotografía minimalista, en la que suelen intervenir muy pocos elementos, apareciendo generalmente mucho espacio negativo.

El espacio negativo con respecto al sujeto principal o espacio positivo puede ayudar a:

• Definirlo. Si usas adecuadamente el espacio negativo conseguimos dejar más claro cuál es el sujeto principal.
• Darle protagonismo. Si el sujeto principal está rodeado de un espacio ganará importancia que si se rodea de otros elementos con peso visual, lo estarás haciendo más visible.

Ambas cuestiones ayudan a dejan claro el centro de interés y el propósito en una fotografía, algo de lo que ya hablé en el Blog.

Recuerda:

Cuanto menor es el tamaño del espacio positivo o sujeto principal, más importancia tiene el espacio negativo, y por tanto más deberás cuidar el espacio negativo no robe protagonismo al sujeto principal y que no aparezcan otros elementos que compitan visualmente con el sujeto principal.

¿Y qué hay de llenar el encuadre?

Al principio, algo que se suele recomendar, y no es mala práctica, es llenar el encuadre completamente con el sujeto principal.

Así, es más difícil caer en el error de meter demasiados elementos en la escena que compitan en protagonismo con el sujeto principal.

Este sería un ejemplo de fotografía llenando el encuadre, el sujeto principal queda totalmente claro:

Fíjate en la cara de la niña, no es de mucha alegría, está pensativa y ¿quizás algo triste? Ahora veremos cómo le afecta añadir espacio negativo.

Como concepto y en unos inicios está bien, para dejar claro el centro de interés, pero esa recomendación reduce mucho las posibilidades compositivas y el uso del espacio negativo.

Por lo tanto, llenar el encuadre es una opción más, pero debes probar otras opciones y naturalmente usar el espacio negativo para transmitir otras cosas: soledad, aislamiento, ligereza, movimiento, angustia, fragilidad, libertad, …

Mira cómo afecta ahora añadir espacio negativo a la toma de la niña:

Antes la imagen no era muy alegre, a pesar de incluir a una dulce niña, seguro que con su querido vestido.

Pero ahora, al añadir espacio negativo, la niña adquiere más soledad, quizás más tristeza todavía… y su mirada nos saca del encuadre ¡otra regla rota! … ¿pero no viene bien para apoyar a una imagen un tanto incómoda de la alegría de un niño? 😉

¡Que no te vendan la moto con reglas y normas a cumplir! Prueba y explora con el uso creativo del espacio negativo 😉

Conclusión

El espacio negativo es un recurso compositivo más del lenguaje visual que puedes usar en tus fotografías. Y que tienes que tener en cuenta como el resto de elementos de la fotografía.

Lo importante es que sea un área carente de información relevante para la fotografía, pero ayuda a definir y realzar al sujeto principal o espacio positivo.

Prueba y conoce las distintas formas de colocar al sujeto principal y el espacio negativo en tu imagen. No es mejor situar este sujeto principal en el centro ni en los extremos, o en los tercios, con la famosa y mal conocida “regla de los tercios”.

Todo depende de qué quieras transmitir en tus fotografías 😉

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